Un nuevo estudio investiga cómo el momento de las comidas y el ejercicio puede afectar la obesidad, los niveles de azúcar en la sangre y las hormonas.
Hay mucho debate sobre qué hora del día es mejor hacer ejercicio. Algunas personas disfrutan hacer ejercicio al medio día, otras disfrutan hacer ejercicio por la noche y otras disfrutan hacer ejercicio a primera hora de la mañana para comenzar bien el día. Aquellos que eligen realizar su actividad física diaria en la mañana deciden si deben hacerlo antes o después de desayunar, y ambos tienen sus pros y sus contras.
Las personas que hacen ejercicio después de tomar el desayuno pueden encontrar que tienen más energía antes y durante su entrenamiento, ya que sus músculos y cerebro reciben carbohidratos para alimentarlos. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que hacer ejercicio antes del desayuno puede ser beneficioso. Un estudio de la Universidad de Bath y Birmingham publicado en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism examinó los efectos del momento de las sesiones de ejercicio sobre la pérdida de peso y los niveles de insulina.
Se realizaron dos estudios para recopilar los datos. El primer estudio, denominado estudio Agudo, incluyó a 12 hombres sedentarios con sobrepeso u obesidad que no tenían hipertensión o diabetes tipo 2 potencial. Los participantes consumieron un desayuno que contenía el 25% de sus requerimientos calóricos diarios estimados, y compuesto por 65% de calorías de carbohidratos, 20% de grasas y 15% de proteínas. A continuación, los participantes pedalearon durante una hora.
El mismo experimento se realizó en un día diferente con el mismo grupo de personas, solo la sesión de ejercicio se realizó antes del desayuno. Los investigadores recolectaron muestras de la respiración expirada de los participantes después de 30 y 60 minutos de la sesión de ejercicio para determinar cuánta grasa se quemó para alimentar el entrenamiento. Se tomaron muestras de sangre antes y después del desayuno, así como inmediatamente antes del ejercicio, que fue 90 minutos después del consumo del desayuno. Se examinaron análisis de sangre para determinar el uso de grasa y glucógeno.
El segundo estudio, denominado Estudio de capacitación, incluyó a 30 hombres con sobrepeso u obesidad sedentarios. Nueve participantes no hicieron ejercicio, 12 participantes hicieron ejercicio después de consumir una bebida de solución de maltodextrina al 20%, y nueve participantes hicieron ejercicio antes de consumir la bebida. Los participantes hicieron esto todos los días durante seis semanas, y este estudio se realizó para determinar los efectos del momento del ejercicio a largo plazo.
Hay mucho debate sobre qué hora del día es mejor hacer ejercicio. Algunas personas disfrutan hacer ejercicio al medio día, otras disfrutan hacer ejercicio por la noche y otras disfrutan hacer ejercicio a primera hora de la mañana para comenzar bien el día. Aquellos que eligen realizar su actividad física diaria en la mañana deciden si deben hacerlo antes o después de desayunar, y ambos tienen sus pros y sus contras.
Las personas que hacen ejercicio después de tomar el desayuno pueden encontrar que tienen más energía antes y durante su entrenamiento, ya que sus músculos y cerebro reciben carbohidratos para alimentarlos. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que hacer ejercicio antes del desayuno puede ser beneficioso. Un estudio de la Universidad de Bath y Birmingham publicado en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism examinó los efectos del momento de las sesiones de ejercicio sobre la pérdida de peso y los niveles de insulina.
Se realizaron dos estudios para recopilar los datos. El primer estudio, denominado estudio Agudo, incluyó a 12 hombres sedentarios con sobrepeso u obesidad que no tenían hipertensión o diabetes tipo 2 potencial. Los participantes consumieron un desayuno que contenía el 25% de sus requerimientos calóricos diarios estimados, y compuesto por 65% de calorías de carbohidratos, 20% de grasas y 15% de proteínas. A continuación, los participantes pedalearon durante una hora.
El mismo experimento se realizó en un día diferente con el mismo grupo de personas, solo la sesión de ejercicio se realizó antes del desayuno. Los investigadores recolectaron muestras de la respiración expirada de los participantes después de 30 y 60 minutos de la sesión de ejercicio para determinar cuánta grasa se quemó para alimentar el entrenamiento. Se tomaron muestras de sangre antes y después del desayuno, así como inmediatamente antes del ejercicio, que fue 90 minutos después del consumo del desayuno. Se examinaron análisis de sangre para determinar el uso de grasa y glucógeno.
El segundo estudio, denominado Estudio de capacitación, incluyó a 30 hombres con sobrepeso u obesidad sedentarios. Nueve participantes no hicieron ejercicio, 12 participantes hicieron ejercicio después de consumir una bebida de solución de maltodextrina al 20%, y nueve participantes hicieron ejercicio antes de consumir la bebida. Los participantes hicieron esto todos los días durante seis semanas, y este estudio se realizó para determinar los efectos del momento del ejercicio a largo plazo.
Hacer ejercicio antes del desayuno quema más grasa
No hubo diferencia en la pérdida de peso entre los que hicieron ejercicio antes y los que hicieron ejercicio después del desayuno. Sin embargo, el grupo que hizo ejercicio antes del desayuno quemó el doble de grasa que el otro grupo. Esto se debe a la disminución de los niveles de insulina durante el ejercicio en ayunas. Además, el grupo que hizo ejercicio antes del desayuno respondió mejor a la insulina, que puede ayudar a mantener niveles constantes de azúcar en la sangre. Esto podría disminuir el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular.
Este estudio sugiere que hacer ejercicio antes del desayuno puede tener un efecto positivo en los niveles de insulina y azúcar en la sangre. Se necesita más investigación para determinar si esta relación es causal, y también ver qué efecto tiene sobre la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiovascular.
No hubo diferencia en la pérdida de peso entre los que hicieron ejercicio antes y los que hicieron ejercicio después del desayuno. Sin embargo, el grupo que hizo ejercicio antes del desayuno quemó el doble de grasa que el otro grupo. Esto se debe a la disminución de los niveles de insulina durante el ejercicio en ayunas. Además, el grupo que hizo ejercicio antes del desayuno respondió mejor a la insulina, que puede ayudar a mantener niveles constantes de azúcar en la sangre. Esto podría disminuir el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular.
Este estudio sugiere que hacer ejercicio antes del desayuno puede tener un efecto positivo en los niveles de insulina y azúcar en la sangre. Se necesita más investigación para determinar si esta relación es causal, y también ver qué efecto tiene sobre la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiovascular.
